José va a visitar a sus abuelos y al llegar observa que su abuelo está sentado en la mecedora del porche, con sólo la camisa puesta, sin nada de la cintura para abajo. José sorprendido exclama:
- ¡Abuelo! ¿Qué estás haciendo por Dios Santo? Tu aparato está afuera, expuesto a la intemperie, y todo el mundo te lo ve.
El viejo se queda mirándolo pero con la vista perdida, sin contestar. Entonces el nieto, más irritado aún, le pregunta por segunda vez. Al fin, lentamente, el viejo le dirije una mirada ya más atenta y le dice:
-Bien... La semana pasada me senté acá afuera, sin camisa, y terminé con el cuello duro. Esto de hoy, es ocurrencia de tu abuela.
1 comentario:
Nada mal la abuelita, ehh!
:)
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