domingo, diciembre 05, 2004

El tiempo debe detenerse

La esclavitud del pensamiento a la vida es uno de nuestros temas favoritos. Bergson y los pragmatistas, Adler y Freud, los muchachos del materialismo dialéctico y del objetivismo, todos enuncian sonoramente sus variaciones en torno a él. La mente no es sino instrumento para fabricar instrumentos, está controlada por fuerzas inconscientes ya sea sexuales o agresivas, es el producto de presiones económicas y sociales, un montón de reflejos condicionados. Todo absolutamente cierto hasta aquí; pero falso sino va más allá... El pensamiento es el esclavo de la vida. Esto es evidente. Pero si al mismo tiempo no fuese algo más, no podríamos hacer ni siquiera esta generalización parcialmente válida. El significado de la segunda cláusula es principalmente práctico.

La vida es juguete del tiempo. Por el mero hecho de esfumarse, el tiempo convierte en un absurdo todo el planteamiento consciente de la vida. Y sin embargo, la única fe de una mayoría de europeos y de los americanos del siglo veinte es una fe en el futuro... Por el cual están dispuestos a sacrificar su única posesión tangible; el presente... Pero... El tiempo debe detenerse... Solamente tomando en cuenta el hecho de la eternidad podremos liberar al pensamiento de la esclavitud de la vida. Y solamente entregando deliberadamente nuestra atención y nuestra fe a la eternidad podemos impedir que el tiempo convierta nuestras vidas en una bufonada diabólica.


Aldous Huxley

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es así nomas...
De tanto mirar a la tierra nos convertimos en polvo.