"Las estatuas del Buddha son apacibles, sonríen, ven sin mirar, y le dejan a uno congelada la pregunta. Parece como si disolvieran en la nada la cuestión angustiada del hombre que les dirige la mirada. No le dan ninguna contestación, le ayudan solamente a entrever que la pregunta carece de sentido."
Raimon Panikkar, El silencio del Buddha.