domingo, marzo 25, 2007

Biografía: Sri Ramana Maharshi

Venkataraman Ayyar nació el 29 de Diciembre de 1879, en la aldea de Tiruchuji, del distrito de Ramanad, estado de Tamil Nadu, en la India. Cuando tenía 12 años murió su padre, jurista de profesión; la familia se disolvió y él quedó al cuidado de un tío, radicándose en Madura hasta los 17 años, donde compartió juegos y estudios con sus compañeros de esa localidad. Allí estudió en la Scott's Middle School y en la American Mission High School, mientras leía asiduamente libros religiosos.

Nada lo distinguía de sus compañeros excepto un sueño tan profundo que no había gritos, estruendos, golpes o traslados de su cuerpo que pudieran despertarlo. Pero, a esa edad, una experiencia interna lo transformó para siempre: estaba perfectamente sano y, repentinamente, tuvo una vívida y aterradora sensación de muerte (y es aquí es donde empiezo a notar algunas fantásticas similitudes con las experiencias de
Sri Nisargadatta Maharaj, ya que a éste último le ocurrió lo mismo)(Leer el link con su biografía)

Fue en ese momento que tomó plena consciencia de su verdadera naturaleza eterna e independiente de su cuerpo, mente y personalidad.

Según sus propias palabras: "El terrible impacto del miedo a la muerte hizo que mi mente se dirigiera hacia adentro, y me dije '¿Qué significa? ¿Qué es lo que muere?'". Muchas personas han relatado visiones parecidas, pero, en la mayoria de los casos, estas son transitorias y se logran después de largas y esforzadas prácticas (leáse meditación). En cambio, en el caso de Venkataraman, la "realización del Yo", o sea, la experiencia directa de que nada existe fuera de la consciencia universal e indivisible, no sólo fue espontánea, sino también permanente e irreversible por el resto de su vida. Nunca volvió a tener la idea de ser una persona individual.

El 29 de Agosto de 1896, Venkataraman tomó algunas rupias (moneda de la India) y abandonó su casa para dirigirse a Tiruvannamalai y asentarse a los pies de Arunachala, una montaña sagrada ubicada a 200 kilómetros al sudoeste de Madrás. Las investigaciones geológicas han confirmado que es una de las montañas más antiguas de la Tierra. Según la creencia india, el dios Shiva permanece en la tierra en la forma de Arunachala.

Esa montaña siempre había ejercido una misteriosa fascinación sobre el joven. Durante diez años vivió en templos y cuevas de la zona, sumido en disciplinas de silencio y desapego, para lograr la purificación espiritual. Su estado de consciencia empezó a irradiarse, atrayendo cada día a más discípulos a su alrededor. Aunque él nunca aceptó veneración o trato especial alguno, sus primeros seguidores le dieron el nombre con el que se lo conocería en el mundo entero: Bhagavan Sri Ramana Maharshi (Bhagavan significa "Señor o Dios", Sri es un título honorífico en la India, Ramana es una contracción de su nombre Venkataraman, y Maharshi o Maha Rishi significa "gran sabio" o "gran vidente" en sánscrito).

En 1922 los discípulos de Ramana construyeron un ashram, templo y centro comunitario al que afluían miles de visitantes de toda India y el mundo entero. El Bhagavan estaba a disposición de ellos las 24 horas del día, ya que vivía y dormía en sala de reunión y compartía a su vez las comidas que durante años preparó personalmente.

Trataba a todos -altos dignatarios, parias, animales- con el mismo amor, respeto y total humildad. Cuentan que a unos ladrones que entraron a robar al ashram y lo golpearon brutalmente, él les sirvió alimentos y los despidió con amabilidad. Y hasta los animales parecían percibir su estado de consciencia más elevado: las fieras y las serpientes se acercaban a él sin hacerle daño alguno.

Ramana Maharshi pasó medio siglo brindando ayuda espiritual a las almas en conflicto. Se considera que no fue un filósofo ni un brahmin (casta hindú similar a un sacerdote) instruido. No pretendía elaborar una doctrina, ni transmitir un dogma. Su enseñanza fluía espontánea y amorosamente desde lo más hondo de su corazón. Presentaba una religión del espíritu que permitiera la liberación total de dogmas, supersticiones y ritos.

Fue muy poco lo que escribió, y fue siempre en respuesta a una pregunta concreta de un discípulo. También sus respuestas orales -no existen grabaciones sonoras de estas, sólo anotaciones "vocacionales" de diversos asistentes al ashram- solían ser escuetas: no pronunciaba más que unas pocas palabras por día. Sin embargo, muchos han dado testimonio de que sus "enseñanzas silenciosas" eran su respuesta más directa y potente: en total silencio y quietud, Ramana Maharshi, emitía un poder que, automáticamente, aquietaba las mentes de quienes lo rodeaban. Las personas que pudieron recibir esta influencia la describieron como un estado de paz y bienestar inconmensurables.

La meta de toda búsqueda espiritual radica, según Ramana Maharshi, en lograr el estado que él obtuvo espontáneamente de joven: "la realización del Yo". (A ese "Yo" superior que es el Ser Verdadero y Eterno, él también le aplicaba los términos de Corazón, Dios o Gurú, diferenciándolo del "yo" inferior o ego). Para la mayoría de sus seguidores, ese estado anhelado resultaba prácticamente inasible. Él intentaba dar a cada uno la ayuda acorde a su grado de evolución espiritual.

El camino más directo que Ramana Maharshi propuso para alcanzar esta meta es la autoindagación, centrada en la pregunta: "¿Quién soy yo?" (sorprendentemente, o no, esta es la misma pregunta sobre la que tambien machacaba
Sri Nisargadatta Maharaj). Esta práctica va eliminando todos los impulsos de la mente hasta llegar a la Verdad Última de toda existencia. La consciencia permanente de ésta es la liberación que brinda paz y felicidad plenas.

Aunque la autorealización libera de las ataduras del cuerpo y del mundo, el Maharshi no creía que hubiera contradicción entre el Ser Verdadero y la acción. No recomendaba abandonar la vida activa para dedicarse a la meditación. La persona liberada tiene que poder transitar por el mundo como un actor que desempeña un papel en el escenario de la vida, sin perder la consciencia de que él, en realidad no es ese "personaje". En tal sentido, lo que el Bhagavan hizo no fue tanto restaurar el viejo sendero hindú de búsqueda espiritual, sino crear uno nuevo, adaptado a las condiciones de vida modernas, un sendero que puede seguirse tanto en el bosque o la ermita, como en medio de la ciudad, el trabajo y la familia.

Ramana Maharshi enfermó de cáncer y murió el 14 de Abril de 1950, sentado en posición de loto y pronunciando la sílaba sagrada OM.




Sri Ramana Maharshi

13 comentarios:

Adriano dijo...

Curiosamente te iba a preguntar cuándo volverían estas historias a "Perdido...".

Me sorprende la paz con la que vivían estos hombres, ese poder a partir de la realización del yo, pero en el caso de Ayyar con la idea de no prescindir de las condiciones del mundo moderno, sino, por el contrario, adecuándose a ellas. Eso sí que me llamó la atención, porque uno por ahí tiene la idea de que estos líderes se encierran toda su vida y se la pasan meditando (lo cual bueno...puede que no distare mucho de lo que otros han hecho).

Pensaba que es tan rico el mundo oriental que nosotros, de occidente, no podemos ignorarlo. Hay una tradición judeocristiana muy fuerte que nos impide entender esa realización espiritual que estos hombres anunciaban, otro camino de alcanzar una armonía, librándose de culpas, de todo lo "contaminado" que puede resultar, en varios aspectos, el pensamiento occidental.

Me llama la atención también ese hecho en común con el viejo Sri Nisargadatta. Hay algo que nos trasciende, debe haber una conexión necesaria entre esos sucesos, la de ver su propia muerte o algo así.

Igual me cuesta horrores hacerme una idea del concepto del "todo", de que no se conciben como seres individuales...

Atrapante. ¿Qué pensará Sueiro de esto? jaja...

Un abrazo.

juanba dijo...

Adrián: Sri Nisagardatta Maharaj también terminó coincidiendo en la idea de que finalmente no hace falta abandonar el mundo cotidiano para alcanzar éste estado último de autorealización, objetivo final de toda exitencia humana. Claro que él mismo en un momento también optó por el retiro y abandonó a toda su familia y posesiones, recorriendo gran parte de la India para luego darse cuenta de que eso realmente no hacía falta y así terminar volviendo finalmente a su querida Bombay.

Similares actitudes tomaron Cristo y Buda. El primero retirándose a meditar en el desierto por 40 días para luego volver y predicar sobre su experiencia, así también el segundo, el gran Siddartha Gautama, que abandonó su título de noble (era príncipe de Nepal), su palacio, mujeres y riquezas para transitar una vida de yogui-asceta que también lo hizo llegar a la conclusión que no era necesaria para confirmar su estado último.

Ahora la pregunta es ¿por qué el deseo inicial común en todos ellos de alejarse del mundo? Creo que debe ser parte del proceso interno de realización, al menos en sus etapas iniciales. Finalmente todos terminan coincidiendo en que el estado último está dentro de nosotros, sólo hay que volver a descubrirlo, pero tal vez sea que para re-encontrarlo primeramente debamos alejarnos un poco del mundo secular.

Seguiré posteando más escritos de Maharshi y Maharaj así como biografías de otros seres realizados como el que fuera en vida el gurú de Nisargadatta. Y desde ya te adelanto que en todos es impresionante la "coincidencia" que hay entre sus experiencias, y ya sabemos que cuando hay muchas "coincidencias", se descubre un patrón, y cuando el patrón se repite en diferentes personas, con diferentes vidas y en diferentes épocas, hay en el fondo grandes posibilidades de "verdad" o, como vos decís, de "conexión necesaria entre todos estos sucesos y experiencias".

En cuanto a tu comentario final, y sí, difícil darnos cuenta de que somos "Todo y Todos", difícil realizar que en última instancia somos Dios.

Salutes

Anónimo dijo...

Hermano Juanba, espero que estés bien. Tu blog es un oasis de paz, que siempre nos recuerda que somos Dios y que el mundo del bullicio, que amenaza con tragarnos, es sólo mera ilusión.

Estoy blogueando de nuevo, hermano.

Te estaré visitando con frecuencia, para alimentar mi espíritu con tus posts de misticismo concentrado.

Muchas bendiciones para ti y los tuyos.

juanba dijo...

Hola Tadeo! Un gusto recibirte por acá. Espero estés bien y prometo darme una vuelta por tu blog.

Yo ando bien, sólo con falta de tiempo para escribir más en mi otro blog y para dejar más posts por aquí.

Gracias por tus palabras.

Salutes

Anónimo dijo...

Hola,

Enhorabuena por este blog y te animo a seguir escribiendo sobre sri ramana, sri nisargadatta y otros grandes sabios, pues estos escritos pueden ser una pequeña luz que nos ayude a avanzar en la comprensión.

Más importante aún es la indagación personal, el meditar con profundidad sobre la cuestión "¿quién soy yo?", el intentar abandonar los conceptos y ver la realidad de forma directa. Sin duda es este el motivo, desde mi punto de vista, de que los sabios abandonaran temporalmente la vida "mundana" y buscaran un espacio vacío en el que poder centrarse en la búsqueda de la comprensión.

Espero seguir visitando este blog con frecuencia. Un fuerte abrazo

juanba dijo...

Muchas gracias, anónimo. Sos bienvenido de pasar por aquí cuando gustes.

Salutes

Anónimo dijo...

fue un iluminado silencioso...
lo logro... se libero de mente y materia...

alcanzo el Nibbana... deberian de seguir su camino... es simple:

Todo lo que es mente y materia es ilusorio

Existe un camino para liberarse de lo Ilusorio

LO QUE ES esta mas alla de mente y materia

Para liberarse de Mente y Materia hay que conocerse a si mismo por medio de la vision introspectiva de los iluminados...

Ana Saeeda dijo...

Hola Juanba.
Esta mañana se me alegró el corazón y me llené de paz al leer las palabras de Ramana Maharshi así como los comentarios de su vida.
Es necesario recordar quiénes somos y seguir en el camino para encontrarnos.
Gracias por hacer este hermoso blogs para recordar el ejemplo de estos seres realizados y que ahí están para guiarnos en la verdad y la realidad de quienes somos.
Gracias y que tengas un feliz día.
ANA

juanba dijo...

empyrean y Ana: Bienvenidos, y gracias por comentar, para leer más de lo que voy transcribiendo de Maharshi hagan click aquí.

Salutes gente!

Anónimo dijo...

Hemos tenido la gracia, de que "Aquello" se presentara en el mundo en la forma del señor de Arunachala. En el aspecto de unidad, nuestros ojos se han dirigido a su amorosa presencia, ello nos llamo en algun momento de nuestro devenir a conocerle bajo el aspecto de Ramana. En la profundidad del corazon espiritual le reconocemos. Desde su sagrado silencio, Ramana, ahora, nos eleva al contactar con su aura. Porque permanece sin cambio para el que lo busca. ¿Puede alguna filosofia superar la irradiacion de semejante ser? Eso que nace en el silencio y se transmite en el silencio supera toda intelectualidad.
Juanba gracias por ser una parte de el en Argentina.

juanba dijo...

Anónimo: Antes que nada bienvenido/a. Supongo que el silencio en sí mismo era la mejor forma de transmitir su enseñanza, más allá que Maharshi también instruía hablando y que, incluso, llegó a escribir alguna que otra cosilla.

Muchas gracias por comentar!

Salutes

Anónimo dijo...

Gracias Juanba por tu bienvenida,es maravilloso que la sombra del circulo del señor de Arunachala, te haya tocado. Creo, que el silencio "es" la unica forma en que puede transmitirse la realidad de lo que es. Asi, aunque sea como consecuencia del silencio que surge de la palabra hablada o escrita de los Rishis. El dulce señor aun instruye, donde pues puede haberse ido Ramana si donde permanece no hay nacimiento ni muerte. El insight nace del silencio, el silencio puede sobrevenir o no de la enseñanza hablada. Hay acaso mayor bienaventuranza que aquello que surge primigenio del mar de la realidad unica. gracias otra vez por propagar su presencia en la red.

juanba dijo...

Marcelo: Gracias por tus palabras. Trataré de seguir transcribiendo enseñanzas del Maharshi así como de tantos otros maestros que me llegan.

Salutes