martes, febrero 28, 2006

Brasil

Entramos a Brasil. La ciudad a conocer es Foz de Iguazú. Dado que el viaje fue sólo una corta escapada como para ver qué onda, no tomé fotos de la ciudad en sí. Más allá del desarrollo con respecto al lado argentino la ciudad en sí no fue algo que me haya volado la cabeza, su geografía cosmopolita en ningún momento me provocó el querer tomar una foto, no es Nueva York, no es Tokio, por lo menos no la parte que vi, que repito, fue a vista de vuelo de pájaro.

Dejándonos llevar, y como siempre pasa cuando uno fluye y no planea nada, de casualidad aparece un cartel a la vera de una ruta: "Templo Budista". Para qué, luego de recorrer un par de kilómetros y salir a la periferia de la ciudad, finalmente dimos con él. Si hay algo que valió la pena de esta escapada a Brasil fue esto.



Un ya viejo Buda Sakya Muni nos recibe sonriente.

Siddhartha Gautama, (Sakya Muni, el Buda histórico) empezó a buscar la iluminación a los 29 años, cuando vió por primera vez a un anciano, a un hombre enfermo y un cadáver, descubriendo de pronto que el sufrimiento es la suerte de toda la humanidad.

Las cuatro verdades universales no aceptadas por la humanidad según el Buda:

(1) La vida es un sufrimiento. Esta afirmación va más allá del simple reconocimiento de la existencia del sufrimiento en la vida y se refiere más bien a que la existencia humana es intrínsecamente dolorosa, desde el momento en que nacemos hasta que morimos. Más aún, este sufrimiento ni siquiera desaparece con la muerte, ya que el Buda en sus enseñanzas destacaba la idea de que la vida es cíclica, por lo que la muerte simplemente precedería a una nueva reencarnación. (2) La causa de este sufrimiento radica en el hecho de que el hombre desconoce y no comprende la naturaleza de la realidad, producto de lo cual, siente ansiedad, tiene apego por las cosas materiales y mucha codicia. Estos defectos provocan su sufrimiento. (3) Se puede poner fin al sufrimiento si el hombre logra superar su ignorancia e ir más allá de las ataduras mundanas. (4) El camino para dar fin al sufrimiento consiste en tener una adecuada visión de las cosas, buenas intenciones, un correcto modo de expresión, realizar buenas acciones, tener un correcto modo de vida, esforzarse de forma positiva, tener buenos pensamientos y desarrollar la contemplación de un modo adecuado.



Vista perfil del templo.




Vista del frente del templo.




Entrada al templo.








Caro y la legión de Budas.

Cuentan que los seres iluminados no se comunican verbalmente, sino que al verse todos como una sola unidad la comunicación tal cual la conocemos nosotros hoy por hoy en todas sus variantes no es necesaria como tal. Eventualmente usan señas de manos que expresan una gran variedad de cosas en unos pocos movimientos, eso representan las estatutas que se ven detrás de Caro.



Buda recostado. La leve sonrisa que asoma en su boca es una característica común a todos los seres realizados.




Tranquilidad.

A la vuelta y luego de desistir de ver las cataratas del lado brasilero pasamos por un parque de aves exóticas, casi todas sudamericanas, en su mayoría amazónicas. El colorido de estos bichos es algo increíble.



Tucán.








El color de pelo que se viene para la próxima temporada.




En serio pequeñas. Anímense al rojo.




Si alguna vez se preguntaron cómo se vería una gallina de Marte, bueno aquí tienen una.




Claro que comen.




Acarícielo a su riesgo.











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lunes, febrero 27, 2006

So tired...

¿Por qué uno vuelve de las vacaciones más cansado de lo que se va?


Literalmente cara de nada.

viernes, febrero 24, 2006

Paraguay

A Paraguay se llega por medio del puente internacional Encarnación-Posadas, el vínculo entre el país vecino y Argentina. Entrar en Paraguay me dio la sensación de estar entrando en un episodio de la dimensión desconocida.









La primera impresión de Encarnación es como entrar en Bombay, pero claro, sin el lado espiritual. Acá todo es comercio, bagayage, se respira regateo en el ambiente. El aire huele raro, una mezcla a fruta podrida, fritura y basura descomponiéndose al sol. Lugares similares se pueden encontrar en la Argentina, sin ir más lejos en Buenos Aires, en "La Salada", la meca de lo "trucho".





La parte "baja" de la ciudad es una serie de manzanas atestadas de chiringuitos de venta de lo que se te ocurra. Electrónicos, perfumes importados, ropa, cd's, dvd's. También hay puestos de comidas rápidas típicas y jugos de fruta. Todo lo que se vende está a precios increíbles, muy barato todo. Un europeo acá se haría la América, literalmente hablando. Compramos un equipo de música Philips para Caro con bandeja para tres cd's con mp3, radio, doble cassettera por $300 (70 euros), esto es un paraíso fiscal en donde nadie paga impuestos, los turistas y residentes de Posadas que cruzan la frontera sólo para comprar, chochos. Parece que hay pistas clandestinas desperdigadas por todo el país por donde entra de todo, en cuanto a electrónicos uno se asombra por los precios que se manejan en la calle.





Una de las cosas más pintorescas son los cartele (favor de leer el link para comprender) de los chiringuitos de ventas que dominan la vista desde la calle. Les dejo aquí una selección de los mejores que encontré:




De todo un poco: "Peluquería Cristy", carteras, revistas, ropa interior.





Este es genial. Uña de gato adelga"s"ante.





Juanba se viste con las exclusivas prendas de "Rony Fashion"





Gomería "El rey". El único en Encarnación que vende cu"v"iertas.

Desde el puerto de Encarnación también salen barquitos y lanchas para el lado argentino.









Vista de Posadas (Misiones, Argentina) desde el puerto de Encarnación (Paraguay).

Luego de una tarde algo bizarra por todo lo visto, retomamos el puente de regreso a casa.







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lunes, febrero 13, 2006

Misiones (Parte 2)

Inicio del viaje. Salimos en el auto rumbo a las Ruinas Jesuíticas de San Ignacio declaradas patrimonio histórico provincial. Al igual que las misiones en Córdoba, las de San Ignacio fueron declaradas patrimonio de la humanidad por la UNESCO, estas misiones de aquí, de donde precisamente proviene el nombre de esta provincia, eran las ocupadas por los jesuitas allá por el año 1600 con el fin de evangelizar a los aborígenes locales.








La tierra aquí en Misiones es de un color rojo oscuro que realmente sorprende. Mirando al piso bajo la luz de un atardecer da la impresión de que la tierra estuviera cubierta con sangre. No les recomiendo traer calzado blanco, cosa que yo hice; las alpargatas y las ojotas quedaron rojas como si hubiesen sido usadas en un court de tenis de polvo de ladrillo.




La geografía de la provincia está definida en gran parte por extensiones de selva. El abanico de verdes que uno tiene la chance de ver por aquí es algo único, resaltan con su colorido las grandes extensiones de teales (plantaciones de té) y yerba mate conformando un tapiz único de tonalidades de verde.







Algo con lo que hay que tener bastante cuidado cuando uno se interna en la selva misionera, paisaje casi habitual para mi por estos días, son los insectos y serpientes que abundan por aquí. En muchos lugares se carece de suero antiofídico por lo cual una mordedura no tratada a tiempo puede resultar letal. En la foto de aquí abajo verán un ejemplar de araña que tomó Caro con mi cámara. Tiene fea pinta el bicho. Yo soy de los que prefiere una serpiente toda la vida antes que una araña.




Otra de las cosas lindas que se pueden apreciar por estas geografías son la gran cantidad de saltos de agua provenientes de arroyos que se desprenden de los ríos Paraná o Uruguay. Estos son bastantes llamativos por su belleza y son el preámbulo perfecto a lo que estaré viendo el próximo fin de semana, las Cataratas del Iguazú. El salto que se ve en la siguientes fotos es llamado "Salto Encantado" (corrección de por medio de la misionera)(¡ya lo corregí de vuelta!).






Estamos tomando aproximadamente entre 4,5 a 5 litros de tereré frío por día. El caminar largas distancias sumada la temperatura agobiante del verano misionero hace de esta bebida típica de la zona un must para combatir la deshidratación. El tereré es básicamente una infusión de hielo y agua o hielo y jugo de frutas que se vierte sobre cualquier recipiente cargado con un poco de yerba mate. Como se ve en la foto esta bebida, al igual que el mate, se toma con bombilla. Nosotros usamos un vaso grande de acero inoxidable.



Los descansos son momentos ideales para perderse en el paisaje. En la foto de abajo una meditabunda Carolina observando en actitud zen el Río Uruguay.




Una de las visitas "literarias" (si es que cabe el término) recomendadas es el conocer la casa en donde se retiró a vivir el escritor uruguayo Horacio Quiroga, ésta se encuentra en las cercanías de las ruinas jesuíticas de San Ignacio que comenté en el primer párrafo. Quiroga era más que todo un cuentista, yo recuerdo de pequeño haber leído unas cuantas historias suyas, siempre relacionadas a la selva y sus animales. Para los aficionados a escribir les dejo un par de fotografías con una serie de consejos útiles que pueden tener en cuenta. Más abajo fotos tomadas en el que era el cuarto del escritor: su máquina de escribir y su cama.













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martes, febrero 07, 2006

Misiones (Parte 1)

Parte de Estado Actual: Estoy perdido en mis vacaciones. Les reporto desde la mesopotamia argentina, más precisamente desde Posadas, capital de la provincia de Misiones.

Llego a Posadas el Domingo 5 de Febrero de 2006 a las 9 de la mañana. Previamente viajé desde Santa Rosa a Buenos Aires ya que no hay colectivos directos desde La Pampa hasta Misiones.

Salí el Sábado a las 8.30 de la mañana desde Santa Rosa rumbo a Bs. As., distante 606 km, llegué a Retiro, la terminal porteña, a las 18.30. Sí, agarré un colectivo "lechero", de esos que paran en todos los pueblos, le puso una eternidad en llegar a Capital. Pero era preferible llegar lo más cerca posible del horario de la salida del trasbordo que iba hasta Misiones. En fin, dos horitas de espera en el infierno de la terminal porteña plagada de turistas. Todo bien con la espera, por lo menos no me afanaron nada.

20.30 salí finalmente rumbo a Posadas, llegué a las 9 de la mañana del Domingo. 24 horas antes le escribía un mail a Caro, mi cómplice accesorio en Misiones, recordándole que cuando me fuera a buscar a la terminal en Posadas no se olvidara de llevar una lapicera, de preferencia una BIC negra trazo grueso, para marcarme de vuelta la raya del culo al bajar del micro luego de semejante viaje.

Domingo. Mediodía. 37º de temperatura, 40º de sensación térmica a la sombra. Un imposible.

- Mirá que esto es caluroso pero como este verano, ninguno -me dice Caro.
- Claro, tuve que venir yo. -respondo.

El Domingo no hicimos casi nada, nos encerramos en el departamento. Pasamos casi toda la siesta en la habitación de Caro viendo dvd's cobijados por el halo de frescura proveniente del aparato de aire acondicionado. Luego, ya de tarde, visita formal e introductoria a la familia de mi cómplice. El fin de la noche nos encuentra en la costanera del río Paraná, sentados mirando al mundo girar y a la gente pasar. Por fin algo de fresco.

Lunes a la mañana, empezamos la correspondiente compra de bártulos y artilugios varios para el viaje. La idea es agarrar el auto y recorrer toda la provincia de sur a norte, terminando en las Cataratas del Iguazú. A la tarde limpieza del auto, en algún lugar abajo de toda la mugre que sacamos apareció el Chevrolet que será el responsable de transportarnos en la odisea turística a venir. Tardecita: Cruzamos a Paraguay a comprar una carpa (?). Sí, pero esto merece un capítulo aparte con fotos.

Noche: Cena en pizzería de la costanera junto a amistades. La noche en Posadas resulta ser el momento del día ideal para recomponerse luego de las altas temperaturas que te agobian de día, cerveza de por medio, claro está.

(Continúa)



Yacht Club sobre el Río Paraná. De fondo el puente Encarnación-Posadas. El link entre Paraguay y Argentina.


Cena tranqui en pizzería.


Sorprendida en la mitad de un bocado.



Lo que sigue: Misiones (Parte 2)