OSLO (Reuters) - "El grito" y otra obra de arte del artista noruego Edvard Munch fueron recuperadas el jueves por la policía, dos años y nueve días de después de ser sustraídas de un museo de Olso por hombres armados.
" 'El grito' y 'Madonna' se encuentran ahora en posesión de la policía", dijo en una conferencia de prensa el jefe policial Uver Stensrud. "El daño es mucho menor de lo que temíamos."
Agregó que las pinturas fueron recuperadas el jueves por una "exitosa operación policial," pero no respondió preguntas sobre cómo ésta se llevó cabo. Agregó que "hasta la fecha" no se había pagado ninguna recompensa.
"El grito," la obra más famosa de Munch, es un ícono de la angustia existencial que muestra una figura aterrorizada con un cielo rojizo de fondo.
"Madonna" presenta a una mujer con los pechos desnudos y un largo cabello negro.
Dos hombres enmascarados ingresaron al museo Munch de Oslo a plena luz del día en agosto del 2004 y arrancaron las dos pinturas de las paredes frente a docenas de impresionados turistas. Los sujetos escaparon un vehículo conducido por otro hombre.
Las obras datan de 1893. Tres hombres fueron procesados en mayo por participar en el robo y sentenciados a penas de hasta ocho años en prisión.
A dos de los hombres se les ordenó pagar 122 millones de dólares en daños. Otros tres fueron absueltos.
La policía afirmó que no hubo nuevos arrestos ni acusaciones en relación con la recuperación de las pinturas.
Los especialistas del museo Munch han examinado las obras y declararon que eran auténticas, indicó un funcionario. También se realizará una examen científica a ambas piezas.
Una portavoz de la fundación Ciudad de Oslo a la cual pertenece la colección del museo Munch aseguró que esperaba que las pinturas puedan ser devueltas pronto a la galería de exposición.
Munch pintó dos famosas versiones de "El grito," incluyendo la que fue recuperada el jueves.
La otra versión fue robada en 1994 de la Galería Nacional de Oslo por ladrones que rompieron la ventana y subieron con la ayuda de una escalera. Fue recuperada varios meses después cuando agentes de la policía se hicieron pasar por compradores.
jueves, agosto 31, 2006
lunes, agosto 28, 2006
Liberación
Lo que sigue es un pasaje traducido libremente del Chandogya Upanishad. La verdad que este pequeño mito está destinado a ilustrar es que existen tantas concepciones de la salvación como grados de conocimiento espiritual y que la clase de liberación (o esclavizamiento) logrado por cualquier alma individual depende del punto hasta el cual esa alma quiera disipar su esencial voluntaria ignorancia.
«Ese Yo que está libre de impurezas de la vejez y la muerte, del pesar y la sed y el hambre, cuyo deseo es verdadero y cuyos deseos se realizan —ese Yo es el que ha de ser buscado e inquirido, ese Yo es el que ha de ser percibido.
Los Devas (dioses o ángeles) y los Asuras (demonios o titanes) tuvieron noticia de esta Verdad. Pensaron: "Busquemos y percibamos este Yo, de modo que podamos obtener todos los mundos y el cumplimiento de todos los deseos."
Así, pues, Indra, de los Devas, y Virochana, de los Asuras, se acercaron a Prajapati, el famoso maestro. Vivieron con él como alumnos durante treinta y dos años. Luego Prajapati les preguntó:
—¿Por qué razón habéis vivido aquí todo este tiempo?
Contestaron ellos:
—Oímos decir que aquel que percibe el Yo obtiene todos los mundos y la realización de todos sus deseos. Hemos vivido aquí porque queremos que se nos enseñe el Yo.
Prajapati les dijo:
—La persona que se ve en los ojos: ésa es el Yo. Ésa es inmortal, sin miedo, y es el Brahman.
—Señor —preguntaron los discípulos—, ¿quién se ve reflejado en el agua o en un espejo?
—Él, el Atman —fue la respuesta—. Él realmente se ve en ésos. —Luego Prajapati añadió—: Miraos a vosotros mismos en el agua, y todo lo que no comprendáis, venid a decírmelo.
Indra y Virochana examinaron su reflejo en el agua, y cuando se les preguntó qué habían visto del Yo, contestaron:
—Señor, vemos al Yo, vemos hasta el cabello y las uñas.
Entonces Prajapati les ordenó ponerse sus más ricos vestidos y volver a mirar su "yo" en el agua. Así lo hicieron, y cuando se les volvió a preguntar qué habían visto, contestaron:
—Vemos al Yo, exactamente como nosotros, bien ataviado y con nuestros más ricos vestidos.
Entonces dijo Prajapati:
—El Yo se ve realmente en ésos. Ese Yo es inmortal y sin miedo, y ése es el Brahman. —Y los alumnos se fueron con el corazón complacido.
Pero, mirando cómo se alejaban, Prajapati se lamentó de este modo: —Los dos partieron sin analizar ni distinguir, y sin comprender al verdadero Yo. Quienquiera que siga esta falsa doctrina del Yo debe perecer.
Satisfecho de haber hallado al Yo, Virochana volvió junto a los Asuras y empezó a enseñarles que sólo debe adorarse al yo (nótese la "y" minúscula) corporal, que sólo al cuerpo ha de servirse, y que quien adora al yo y sirve al cuerpo gana ambos mundos, este y el siguiente. Y ésta, en efecto, es la doctrina de los Asuras.
Pero Indra, cuando regresó junto a los Devas, advirtió la inutilidad de este conocimiento. "Como este Yo —reflexionó— parece estar bien adornado cuando el cuerpo está bien adornado, bien vestido cuando el cuerpo está bien vestido, así también será ciego si el cuerpo es ciego, cojo si el cuerpo cojea, deforme si lo es el cuerpo. Más aun. Este mismo Yo morirá, cuando el cuerpo muera. No veo bien alguno en tal conocimiento."
Indra, pues, volvió junto a Prajapati en busca de nueva instrucción. Prajapati lo obligó a vivir con él por espacio de otros treinta y dos años; y luego se puso a enseñarle paso a paso, por así decirlo.
Prajapati dijo:
—El que se mueve en sueños, gozando y glorificado: ése es el Yo. Ése es inmortal y sin miedo, y es el Brahman.
Con el corazón complacido, Indra volvió a partir. Pero, antes de reunirse con los otros seres angélicos, advirtió también la inutilidad de aquel conocimiento. "Cierto es —pensaba— que este nuevo Yo no es ciego si el cuerpo es ciego; ni cojo o herido, si el cuerpo es cojo o herido. Más aun, en sueños el Yo tiene conciencia de muchos sufrimientos. No veo, pues, bien alguno en esta enseñanza."
Así, pues, volvió junto a Prajapati en busca de nueva instrucción, y Prajapati lo hizo vivir con él durante treinta y dos años más. Al término de ese tiempo, Prajapati le enseñó del modo siguiente:
—Cuando una persona duerme, descansando en perfecta tranquilidad, no soñando sueños, entonces percibe al Yo. Ése es inmortal y sin miedo, y ése es el Brahman.
Satisfecho, Indra partió. Pero, aun antes de llegar a su hogar, comprendió también la inutilidad de tal conocimiento. "Cuando uno duerme —pensó— no se conoce a sí mismo como 'Éste es yo'. En el hecho, no se tiene conciencia de ninguna existencia. Ese estado es casi aniquilamiento. Tampoco veo bien alguno en este conocimiento."
Indra, pues, regresó de nuevo en busca de enseñanza. Prajapati lo retuvo junto a sí otros cinco años. Al fin de ese tiempo, Prajapati le enseñó la verdad más alta del Yo.
—Este cuerpo —dijo— es mortal, siempre en las garras de la muerte. Pero en su interior reside el Yo inmortal y sin forma. Este Yo, cuando asociado a lo consciente con el cuerpo, está sujeto al placer y al dolor; y mientras dura tal asociación, nadie puede librarse de dolores y placeres. Pero cuando la asociación llega a su término, terminan también dolor y placer. Levantándose por encima de la conciencia física, conociendo al Yo como distinto de los órganos de los sentidos y la mente, conociéndolo bajo esta luz verdadera, uno se alegra y es libre.»
«Ese Yo que está libre de impurezas de la vejez y la muerte, del pesar y la sed y el hambre, cuyo deseo es verdadero y cuyos deseos se realizan —ese Yo es el que ha de ser buscado e inquirido, ese Yo es el que ha de ser percibido.
Los Devas (dioses o ángeles) y los Asuras (demonios o titanes) tuvieron noticia de esta Verdad. Pensaron: "Busquemos y percibamos este Yo, de modo que podamos obtener todos los mundos y el cumplimiento de todos los deseos."
Así, pues, Indra, de los Devas, y Virochana, de los Asuras, se acercaron a Prajapati, el famoso maestro. Vivieron con él como alumnos durante treinta y dos años. Luego Prajapati les preguntó:
—¿Por qué razón habéis vivido aquí todo este tiempo?
Contestaron ellos:
—Oímos decir que aquel que percibe el Yo obtiene todos los mundos y la realización de todos sus deseos. Hemos vivido aquí porque queremos que se nos enseñe el Yo.
Prajapati les dijo:
—La persona que se ve en los ojos: ésa es el Yo. Ésa es inmortal, sin miedo, y es el Brahman.
—Señor —preguntaron los discípulos—, ¿quién se ve reflejado en el agua o en un espejo?
—Él, el Atman —fue la respuesta—. Él realmente se ve en ésos. —Luego Prajapati añadió—: Miraos a vosotros mismos en el agua, y todo lo que no comprendáis, venid a decírmelo.
Indra y Virochana examinaron su reflejo en el agua, y cuando se les preguntó qué habían visto del Yo, contestaron:
—Señor, vemos al Yo, vemos hasta el cabello y las uñas.
Entonces Prajapati les ordenó ponerse sus más ricos vestidos y volver a mirar su "yo" en el agua. Así lo hicieron, y cuando se les volvió a preguntar qué habían visto, contestaron:
—Vemos al Yo, exactamente como nosotros, bien ataviado y con nuestros más ricos vestidos.
Entonces dijo Prajapati:
—El Yo se ve realmente en ésos. Ese Yo es inmortal y sin miedo, y ése es el Brahman. —Y los alumnos se fueron con el corazón complacido.
Pero, mirando cómo se alejaban, Prajapati se lamentó de este modo: —Los dos partieron sin analizar ni distinguir, y sin comprender al verdadero Yo. Quienquiera que siga esta falsa doctrina del Yo debe perecer.
Satisfecho de haber hallado al Yo, Virochana volvió junto a los Asuras y empezó a enseñarles que sólo debe adorarse al yo (nótese la "y" minúscula) corporal, que sólo al cuerpo ha de servirse, y que quien adora al yo y sirve al cuerpo gana ambos mundos, este y el siguiente. Y ésta, en efecto, es la doctrina de los Asuras.
Pero Indra, cuando regresó junto a los Devas, advirtió la inutilidad de este conocimiento. "Como este Yo —reflexionó— parece estar bien adornado cuando el cuerpo está bien adornado, bien vestido cuando el cuerpo está bien vestido, así también será ciego si el cuerpo es ciego, cojo si el cuerpo cojea, deforme si lo es el cuerpo. Más aun. Este mismo Yo morirá, cuando el cuerpo muera. No veo bien alguno en tal conocimiento."
Indra, pues, volvió junto a Prajapati en busca de nueva instrucción. Prajapati lo obligó a vivir con él por espacio de otros treinta y dos años; y luego se puso a enseñarle paso a paso, por así decirlo.
Prajapati dijo:
—El que se mueve en sueños, gozando y glorificado: ése es el Yo. Ése es inmortal y sin miedo, y es el Brahman.
Con el corazón complacido, Indra volvió a partir. Pero, antes de reunirse con los otros seres angélicos, advirtió también la inutilidad de aquel conocimiento. "Cierto es —pensaba— que este nuevo Yo no es ciego si el cuerpo es ciego; ni cojo o herido, si el cuerpo es cojo o herido. Más aun, en sueños el Yo tiene conciencia de muchos sufrimientos. No veo, pues, bien alguno en esta enseñanza."
Así, pues, volvió junto a Prajapati en busca de nueva instrucción, y Prajapati lo hizo vivir con él durante treinta y dos años más. Al término de ese tiempo, Prajapati le enseñó del modo siguiente:
—Cuando una persona duerme, descansando en perfecta tranquilidad, no soñando sueños, entonces percibe al Yo. Ése es inmortal y sin miedo, y ése es el Brahman.
Satisfecho, Indra partió. Pero, aun antes de llegar a su hogar, comprendió también la inutilidad de tal conocimiento. "Cuando uno duerme —pensó— no se conoce a sí mismo como 'Éste es yo'. En el hecho, no se tiene conciencia de ninguna existencia. Ese estado es casi aniquilamiento. Tampoco veo bien alguno en este conocimiento."
Indra, pues, regresó de nuevo en busca de enseñanza. Prajapati lo retuvo junto a sí otros cinco años. Al fin de ese tiempo, Prajapati le enseñó la verdad más alta del Yo.
—Este cuerpo —dijo— es mortal, siempre en las garras de la muerte. Pero en su interior reside el Yo inmortal y sin forma. Este Yo, cuando asociado a lo consciente con el cuerpo, está sujeto al placer y al dolor; y mientras dura tal asociación, nadie puede librarse de dolores y placeres. Pero cuando la asociación llega a su término, terminan también dolor y placer. Levantándose por encima de la conciencia física, conociendo al Yo como distinto de los órganos de los sentidos y la mente, conociéndolo bajo esta luz verdadera, uno se alegra y es libre.»
Del Chandogya Upanishad
[Extraído de "La filosofía perenne", de Aldous Huxley]
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Maya
jueves, agosto 24, 2006
Dusk
martes, agosto 22, 2006
Yo soy Eso - 1 de Julio de 1980 (2º Parte)
[Leer 1º parte...]
Interlocutor: Entonces, ¿cómo lo elevo a un nivel más alto?
Maharaj: ¡Déjelo en paz! No hay ninguna cuestión de elevar a un nivel más alto. Aquí solo se trata de comprender. Ishwara es la manifestación de los cinco elementos y el universo, la «yo soidad». A lo Absoluto le ocurre la presenciación de esa «yo soidad». Éste es el punto de vista Absoluto, siddha. Esta comprensión no debería ser reclamada por usted, que es un sadhaka. Sadhaka significa el proceso de llegar a establecerse en el principio Ishwara, la consciencia.
Interlocutor: Anoche hubo una experiencia de una gran vibración en el cuerpo. De hecho no había cuerpo, sólo vibración, ninguna forma, y muy intensa.
Maharaj: Fuera lo que fuera esa vibración, es el producto de los cinco elementos.
Interlocutor: ¿No es un sabor de «yo soidad»?
Maharaj: Si quiere expresarlo de ese modo, puede hacerlo. Éstos son los cinco elementos, los tres gunas, prakriti, y purusha, en total diez elementos. Éstos son las expresiones de su eseidad.
Interlocutor: Cuando Maharaj dice permanecer firme en la consciencia de no ser el cuerpo-mente, ¿cómo se relaciona eso con estos diez elementos?
Maharaj: Esa charla —trascender el cuerpo-mente y establecerse en su eseidad, es para el buscador espiritual de primaria, el nivel más bajo. Pero ahora le estoy hablando a un sadhaka que está estableciéndose en la eseidad; esa primera lección ha acabado ahora.
Interlocutor: ¡Oh!
Maharaj: Su mundo, su universo, es la expresión de su eseidad. El segundo paso, el sadhaka se establece en la eseidad, el principio Ishwara manifestación. Un sadhaka es manifestación.
Ahora, después de escuchar todas estas charlas, dejará este lugar y dirá a las gentes que encuentre: «He encontrado a Maharaj que estaba hablando, y ha agregado la confusión más estrepitosa».
Interlocutor: La enseñanza de Maharaj es muy clara. La única cosa es que está teniendo lugar demasiado deprisa, y eso es claro, demasiado deprisa.
Maharaj: Esta manifestación es Autoefulgente, Autocreada, pero usted está todavía queriendo modificar algo, usted no va directamente a esto.
Interlocutor: Eso es lo que estoy diciendo. La consciencia presencia que ella es todo, que ella es Ishwara; entonces, debido a algún hábito firmemente establecido del estado cuerpo-mente, repentinamente, espontáneamente, viene un deseo de modificar, o de ajustar todo, y, en ese momento, algo más acontece que dice: «tú no puedes ajustarlo, ello es como ello es». Eso es lo que ha estado aconteciendo.
Maharaj: Vea que usted no está implicado en eso.
Interlocutor: Por eso es por lo que es de tanta ayuda para mí estar aquí.
Maharaj: Lo Absoluto es completamente aparte. En el estado de sueño profundo la «yo soidad» entra en olvido, se olvida de sí misma. La «yo soidad» está sujeta a los estados de vigilia y de sueño profundo, pero lo Absoluto también es eso.
Usted no comprenderá exactamente lo que significa, pero cuando se establezca en la eseidad y trascienda eso, comprenderá cómo usted está más allá del sueño profundo y la vigilia, debido a que esos son solo las características de la eseidad.
Interlocutor: Eso Absoluto, ¿es Ello presenciador de lo que está aconteciendo cuando esa «yo soidad» va a dormir?
Maharaj: La «yo soidad» es una suerte de herramienta, con la «yo soidad» solo, Ello observa. Usted mantiene algunos conceptos, cuando me escucha. Si escucha algo que cuadra con sus conceptos, usted es completamente feliz —usted dice que eso es conocimiento— pero yo arraso completamente eso. Yo quiero arrasar todos los conceptos y establecerle a usted en un estado de no concepto.
Su eseidad es lo más sutil; al mismo tiempo, tiene cualidades groseras latentes en ella. Tome la semilla del árbol banano: es muy pequeña, muy sutil, pero toda la materia grosera está ya ahí, dentro. Su eseidad es lo más sutil, y sin embargo contiene el universo entero. Ella es un proceso continuo; la semilla contiene todo, repite, repite y repite. El supuesto buscador espiritual quiere el Brahman, pero ¿cómo? Como él ordena, el Brahman debería acontecer como eso. Acordemente a sus conceptos, usted quiere recrear el Brahman.
Interlocutor: Lo cual le lleva a uno muy lejos de la Verdad.
Maharaj: Todo es la Verdad —lo Absoluto. El Brahman es creado de su eseidad. Todo este Brahman es ilusión, ignorancia. Su eseidad es solo ignorancia, desde el punto de vista Absoluto.
Cuando usted sigue esta senda espiritual de comprensión del Sí mismo, todos sus deseos se esfuman —incluido el deseo primario: Ser. Cuando usted permanezca en esa eseidad por algún tiempo, ese deseo también se esfumará; usted es en lo Absoluto.
Interlocutor: Eso es lo que estaba aconteciendo hoy, y hay una cierta tristeza, al darme cuenta de eso, y sin embargo, una gran comprensión de lo Absoluto.
Maharaj: Es sólo esa consciencia que se repite constantemente, que recede de lo Absoluto, no hay ningún movimiento para usted —Ella está velando por el espectáculo.
Cuando usted es en la consciencia, usted comprende la naturaleza de la consciencia. Esta consciencia está extinguiéndose, la cognitividad está desapareciendo, pero nada le afecta a usted, lo Absoluto —ése es el momento de la muerte pero, ¿qué importa? El soplo vital está dejando el cuerpo, la «yo soidad» está recediendo, pero la «yo soidad» está yendo a lo Absoluto. Ése es el momento más grande, el gran momento de la inmortalidad. La «yo soidad» estaba aquí, ese momento estaba aquí, y yo observo, ella está extinguida. El ignorante estará muy asustado en el momento de la muerte —está luchando— pero para el jnani, es el momento más dichoso.
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Extraido del libro de conversaciones con Sri Nisargadatta Maharaj titulado "Yo soy Eso".
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Interlocutor: Entonces, ¿cómo lo elevo a un nivel más alto?
Maharaj: ¡Déjelo en paz! No hay ninguna cuestión de elevar a un nivel más alto. Aquí solo se trata de comprender. Ishwara es la manifestación de los cinco elementos y el universo, la «yo soidad». A lo Absoluto le ocurre la presenciación de esa «yo soidad». Éste es el punto de vista Absoluto, siddha. Esta comprensión no debería ser reclamada por usted, que es un sadhaka. Sadhaka significa el proceso de llegar a establecerse en el principio Ishwara, la consciencia.
Interlocutor: Anoche hubo una experiencia de una gran vibración en el cuerpo. De hecho no había cuerpo, sólo vibración, ninguna forma, y muy intensa.
Maharaj: Fuera lo que fuera esa vibración, es el producto de los cinco elementos.
Interlocutor: ¿No es un sabor de «yo soidad»?
Maharaj: Si quiere expresarlo de ese modo, puede hacerlo. Éstos son los cinco elementos, los tres gunas, prakriti, y purusha, en total diez elementos. Éstos son las expresiones de su eseidad.
Interlocutor: Cuando Maharaj dice permanecer firme en la consciencia de no ser el cuerpo-mente, ¿cómo se relaciona eso con estos diez elementos?
Maharaj: Esa charla —trascender el cuerpo-mente y establecerse en su eseidad, es para el buscador espiritual de primaria, el nivel más bajo. Pero ahora le estoy hablando a un sadhaka que está estableciéndose en la eseidad; esa primera lección ha acabado ahora.
Interlocutor: ¡Oh!
Maharaj: Su mundo, su universo, es la expresión de su eseidad. El segundo paso, el sadhaka se establece en la eseidad, el principio Ishwara manifestación. Un sadhaka es manifestación.
Ahora, después de escuchar todas estas charlas, dejará este lugar y dirá a las gentes que encuentre: «He encontrado a Maharaj que estaba hablando, y ha agregado la confusión más estrepitosa».
Interlocutor: La enseñanza de Maharaj es muy clara. La única cosa es que está teniendo lugar demasiado deprisa, y eso es claro, demasiado deprisa.
Maharaj: Esta manifestación es Autoefulgente, Autocreada, pero usted está todavía queriendo modificar algo, usted no va directamente a esto.
Interlocutor: Eso es lo que estoy diciendo. La consciencia presencia que ella es todo, que ella es Ishwara; entonces, debido a algún hábito firmemente establecido del estado cuerpo-mente, repentinamente, espontáneamente, viene un deseo de modificar, o de ajustar todo, y, en ese momento, algo más acontece que dice: «tú no puedes ajustarlo, ello es como ello es». Eso es lo que ha estado aconteciendo.
Maharaj: Vea que usted no está implicado en eso.
Interlocutor: Por eso es por lo que es de tanta ayuda para mí estar aquí.
Maharaj: Lo Absoluto es completamente aparte. En el estado de sueño profundo la «yo soidad» entra en olvido, se olvida de sí misma. La «yo soidad» está sujeta a los estados de vigilia y de sueño profundo, pero lo Absoluto también es eso.
Usted no comprenderá exactamente lo que significa, pero cuando se establezca en la eseidad y trascienda eso, comprenderá cómo usted está más allá del sueño profundo y la vigilia, debido a que esos son solo las características de la eseidad.
Interlocutor: Eso Absoluto, ¿es Ello presenciador de lo que está aconteciendo cuando esa «yo soidad» va a dormir?
Maharaj: La «yo soidad» es una suerte de herramienta, con la «yo soidad» solo, Ello observa. Usted mantiene algunos conceptos, cuando me escucha. Si escucha algo que cuadra con sus conceptos, usted es completamente feliz —usted dice que eso es conocimiento— pero yo arraso completamente eso. Yo quiero arrasar todos los conceptos y establecerle a usted en un estado de no concepto.
Su eseidad es lo más sutil; al mismo tiempo, tiene cualidades groseras latentes en ella. Tome la semilla del árbol banano: es muy pequeña, muy sutil, pero toda la materia grosera está ya ahí, dentro. Su eseidad es lo más sutil, y sin embargo contiene el universo entero. Ella es un proceso continuo; la semilla contiene todo, repite, repite y repite. El supuesto buscador espiritual quiere el Brahman, pero ¿cómo? Como él ordena, el Brahman debería acontecer como eso. Acordemente a sus conceptos, usted quiere recrear el Brahman.
Interlocutor: Lo cual le lleva a uno muy lejos de la Verdad.
Maharaj: Todo es la Verdad —lo Absoluto. El Brahman es creado de su eseidad. Todo este Brahman es ilusión, ignorancia. Su eseidad es solo ignorancia, desde el punto de vista Absoluto.
Cuando usted sigue esta senda espiritual de comprensión del Sí mismo, todos sus deseos se esfuman —incluido el deseo primario: Ser. Cuando usted permanezca en esa eseidad por algún tiempo, ese deseo también se esfumará; usted es en lo Absoluto.
Interlocutor: Eso es lo que estaba aconteciendo hoy, y hay una cierta tristeza, al darme cuenta de eso, y sin embargo, una gran comprensión de lo Absoluto.
Maharaj: Es sólo esa consciencia que se repite constantemente, que recede de lo Absoluto, no hay ningún movimiento para usted —Ella está velando por el espectáculo.
Cuando usted es en la consciencia, usted comprende la naturaleza de la consciencia. Esta consciencia está extinguiéndose, la cognitividad está desapareciendo, pero nada le afecta a usted, lo Absoluto —ése es el momento de la muerte pero, ¿qué importa? El soplo vital está dejando el cuerpo, la «yo soidad» está recediendo, pero la «yo soidad» está yendo a lo Absoluto. Ése es el momento más grande, el gran momento de la inmortalidad. La «yo soidad» estaba aquí, ese momento estaba aquí, y yo observo, ella está extinguida. El ignorante estará muy asustado en el momento de la muerte —está luchando— pero para el jnani, es el momento más dichoso.
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Extraido del libro de conversaciones con Sri Nisargadatta Maharaj titulado "Yo soy Eso".
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Filosofía Advaita,
Filosofía oriental,
Sri Nisargadatta Maharaj
martes, agosto 15, 2006
Yo soy Eso - 1 de Julio de 1980 (1º Parte)
Maharaj: Una vez que el cuerpo se ha ido, ese conocimiento que se experimentó a sí mismo como Cristo, Krishna, Buddha, etc., se ha sumergido, ha devenido uno con lo Total. Si usted les insulta con la palabra, ellos no vienen y preguntan por qué está usted insultándoles, debido a que ese conocimiento que se experimentó a sí mismo como uno de éstos, se ha sumergido en la Totalidad. Similarmente ahora, usted podría ser una grandísima persona, pero cuando va a dormir, usted se olvida de usted mismo como una entidad separada.
No diga que usted es un individuo; sencillamente permanezca en la eseidad. Todo el problema es la sensación de ser una entidad separada —una vez que se sumerge, eso es verdadera felicidad. Con la aparición del «yo soy» la totalidad de la manifestación tiene lugar; en cualquier actividad eso que presencia es el «yo soy», eso que está haciendo todo esto es Maya, las tendencias, los atributos. Esto es lo que yo estoy intentando indicarle, pero usted quiere algo más, algo que está en la manifestación —usted quiere conocimiento.
Ese conocimiento «yo soy» es nuevo, no es lo Real; lo Real, no estoy diciéndoselo a usted, las palabras niegan Eso. Todo lo que estoy diciéndole a usted no es la Verdad, debido a que ha salido de este «yo soy». La Verdad es más allá de la expresión.
Usted está yendo por todas partes, amasando conocimiento para un individuo. Esta acumulación de conocimiento no va a ayudarle, debido a que está en un sueño.
Interlocutor: ¿Cómo siente Maharaj a todas las gentes que vienen aquí?
Maharaj: Yo no me preocupo. Usted viene, me escucha y se va. Si usted lo quiere, tómelo. Si no, váyase. El espacio en esta habitación no está a favor, ni en contra, ni enamorado del espacio en esa otra habitación; es uno.
Como un río que corre, si usted quiere utilizarlo, tome el agua y bébala, asimílela; de otro modo, déjela correr. Yo no le estoy cobrando a usted, lo mismo que el río no está cobrando por el agua. Usted está gastando un montón de dinero cada día; venga, ponga su dinero a un lado y tome mi agua.
Mientras estoy hablando sobre ello, le estoy llevando a la fuente del manantial; ahí el agua brota como en un pequeño reguero. Esta agua deviene después un río, un estuario, deviene el mar. Yo le estoy llevando una y otra vez a la fuente. Una vez que llegue a la fuente, usted vendrá a saber que no hay ningún agua en realidad, el agua es la noticia de «yo soy».
Hay solo un principio, el principio «yo soy». Debido a que usted Es, todo Es. Agárrelo fuerte. Usted ha escuchado, ahora viva acordemente.
Usted está ocupándose de actividades mundanas todo el día, pero antes de ir a dormir por la noche, olvide todo eso, y piense en lo que le he dicho. Tome una sentencia de lo que le he dicho y permanezca con ella; eso le conducirá a su fuente.
(Ahora Maharaj cuenta una historia)
Una persona encuentra a un hombre y el hombre le da algo a beber, entonces le dice, «he puesto veneno en esa bebida, y en seis meses morirás». Esa persona deviene muy asustada y cree que morirá en seis meses. Más tarde encuentra a un amigo, y le cuenta lo que ha pasado y que morirá en seis meses. Su amigo le dice que no se preocupe, y dice: «He aquí, bebe esto, y si lo bebes no habrá ninguna muerte para ti». De esta manera el buen hombre es feliz y lo bebe.
Con el primer concepto se llena de miedo, y se convence de que va a morir; más tarde, el amigo le da otro concepto que niega el primer concepto. Éste es uno de los atributos del soplo vital (la vida), engendrar conceptos, ideas, creaciones, una y otra vez. Solo cuando indaga su Sí mismo, usted deviene sabedor de esto.
La fuente misma de toda felicidad es su eseidad, sea ahí. Si usted se enreda en el flujo de Maya, habrá miseria. Usted intenta sacar placer de las actividades de Maya, esto es el producto de la eseidad. Sea tranquilo en su eseidad.
Lo que le he dicho, recuérdelo, rúmielo, rememórelo. Ello le conducirá a la tranquilidad. Establézcase en ese conocimiento.
Interlocutor: ¿Qué acontecerá?
Maharaj: Será claro para usted, tan claro como ver los cinco dedos de su mano. Usted observa, este cuerpo está hecho de los cinco elementos, y debido a que el cuerpo de cinco elementos está aquí, su eseidad, la consciencia, ha aparecido.
Su eseidad está aquí debido a este cuerpo de alimento y al soplo vital, y usted será capaz de observar todos estos elementos —el cuerpo, su fuerza vital y su eseidad; pero usted debe estar establecido en ese conocimiento. En resumen, usted liquida ese aparejo de cuerpo-mente como su identidad. Cuando esto está hecho, usted es Ishwara, usted es Brahman.
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Extraido del libro de conversaciones con Sri Nisargadatta Maharaj titulado "Yo soy Eso".
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No diga que usted es un individuo; sencillamente permanezca en la eseidad. Todo el problema es la sensación de ser una entidad separada —una vez que se sumerge, eso es verdadera felicidad. Con la aparición del «yo soy» la totalidad de la manifestación tiene lugar; en cualquier actividad eso que presencia es el «yo soy», eso que está haciendo todo esto es Maya, las tendencias, los atributos. Esto es lo que yo estoy intentando indicarle, pero usted quiere algo más, algo que está en la manifestación —usted quiere conocimiento.
Ese conocimiento «yo soy» es nuevo, no es lo Real; lo Real, no estoy diciéndoselo a usted, las palabras niegan Eso. Todo lo que estoy diciéndole a usted no es la Verdad, debido a que ha salido de este «yo soy». La Verdad es más allá de la expresión.
Usted está yendo por todas partes, amasando conocimiento para un individuo. Esta acumulación de conocimiento no va a ayudarle, debido a que está en un sueño.
Interlocutor: ¿Cómo siente Maharaj a todas las gentes que vienen aquí?
Maharaj: Yo no me preocupo. Usted viene, me escucha y se va. Si usted lo quiere, tómelo. Si no, váyase. El espacio en esta habitación no está a favor, ni en contra, ni enamorado del espacio en esa otra habitación; es uno.
Como un río que corre, si usted quiere utilizarlo, tome el agua y bébala, asimílela; de otro modo, déjela correr. Yo no le estoy cobrando a usted, lo mismo que el río no está cobrando por el agua. Usted está gastando un montón de dinero cada día; venga, ponga su dinero a un lado y tome mi agua.
Mientras estoy hablando sobre ello, le estoy llevando a la fuente del manantial; ahí el agua brota como en un pequeño reguero. Esta agua deviene después un río, un estuario, deviene el mar. Yo le estoy llevando una y otra vez a la fuente. Una vez que llegue a la fuente, usted vendrá a saber que no hay ningún agua en realidad, el agua es la noticia de «yo soy».
Hay solo un principio, el principio «yo soy». Debido a que usted Es, todo Es. Agárrelo fuerte. Usted ha escuchado, ahora viva acordemente.
Usted está ocupándose de actividades mundanas todo el día, pero antes de ir a dormir por la noche, olvide todo eso, y piense en lo que le he dicho. Tome una sentencia de lo que le he dicho y permanezca con ella; eso le conducirá a su fuente.
(Ahora Maharaj cuenta una historia)
Una persona encuentra a un hombre y el hombre le da algo a beber, entonces le dice, «he puesto veneno en esa bebida, y en seis meses morirás». Esa persona deviene muy asustada y cree que morirá en seis meses. Más tarde encuentra a un amigo, y le cuenta lo que ha pasado y que morirá en seis meses. Su amigo le dice que no se preocupe, y dice: «He aquí, bebe esto, y si lo bebes no habrá ninguna muerte para ti». De esta manera el buen hombre es feliz y lo bebe.
Con el primer concepto se llena de miedo, y se convence de que va a morir; más tarde, el amigo le da otro concepto que niega el primer concepto. Éste es uno de los atributos del soplo vital (la vida), engendrar conceptos, ideas, creaciones, una y otra vez. Solo cuando indaga su Sí mismo, usted deviene sabedor de esto.
La fuente misma de toda felicidad es su eseidad, sea ahí. Si usted se enreda en el flujo de Maya, habrá miseria. Usted intenta sacar placer de las actividades de Maya, esto es el producto de la eseidad. Sea tranquilo en su eseidad.
Lo que le he dicho, recuérdelo, rúmielo, rememórelo. Ello le conducirá a la tranquilidad. Establézcase en ese conocimiento.
Interlocutor: ¿Qué acontecerá?
Maharaj: Será claro para usted, tan claro como ver los cinco dedos de su mano. Usted observa, este cuerpo está hecho de los cinco elementos, y debido a que el cuerpo de cinco elementos está aquí, su eseidad, la consciencia, ha aparecido.
Su eseidad está aquí debido a este cuerpo de alimento y al soplo vital, y usted será capaz de observar todos estos elementos —el cuerpo, su fuerza vital y su eseidad; pero usted debe estar establecido en ese conocimiento. En resumen, usted liquida ese aparejo de cuerpo-mente como su identidad. Cuando esto está hecho, usted es Ishwara, usted es Brahman.
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Extraido del libro de conversaciones con Sri Nisargadatta Maharaj titulado "Yo soy Eso".
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Sri Nisargadatta Maharaj
domingo, agosto 13, 2006
Tao Te King (VII, VIII)
VII
El cielo es eterno y la tierra permanece.
El cielo y la tierra deben su eterna duración
a que no hacen de sí mismos
la razón de su existencia.
Por ello son eternos.
El sabio se mantiene rezagado
y así es antepuesto.
Excluye su persona
y su persona se conserva.
Porque es desinteresado
obtiene su propio bien.
La primer línea contrapone la característica de eternidad del cielo con la característica de existencia temporal (permanencia) de la Tierra y/o de lo que habita en ella.
"El cielo y la tierra deben su eterna duración a que no hacen de sí mismos la razón de su existencia."
¿Quiénes son los que hacen de sí mismos la razón de su existencia? La existencia en este plano es temporal, hace que nos identifiquemos con lo individual, sumergir lo individual para hacerlo desaparecer en el todo (destrucción del ego) parece ser la clave para lograr el estado de "eternidad".
El sabio no compite en el mundo de las ilusiones, deja que los demás se pierdan en este juego. El sabio sólo permanece en lo Real.
VIII
La suprema bondad es como el agua.
El agua todo lo favorece y a nada combate.
Se mantiene en los lugares
que más desprecia el hombre
y, así, está muy cerca del Tao.
Por esto, la suprema bondad es tal que,
su lugar es adecuado.
Su corazón es profundo.
Su espíritu es generoso.
Su palabra es veraz.
Su gobierno es justo.
Su trabajo es perfecto.
Su acción es oportuna.
Y no combatiendo con nadie,
nada se le reprocha.
Creo que no hace falta explicar este último verso, está claro como el agua.
El cielo es eterno y la tierra permanece.
El cielo y la tierra deben su eterna duración
a que no hacen de sí mismos
la razón de su existencia.
Por ello son eternos.
El sabio se mantiene rezagado
y así es antepuesto.
Excluye su persona
y su persona se conserva.
Porque es desinteresado
obtiene su propio bien.
La primer línea contrapone la característica de eternidad del cielo con la característica de existencia temporal (permanencia) de la Tierra y/o de lo que habita en ella.
"El cielo y la tierra deben su eterna duración a que no hacen de sí mismos la razón de su existencia."
¿Quiénes son los que hacen de sí mismos la razón de su existencia? La existencia en este plano es temporal, hace que nos identifiquemos con lo individual, sumergir lo individual para hacerlo desaparecer en el todo (destrucción del ego) parece ser la clave para lograr el estado de "eternidad".
El sabio no compite en el mundo de las ilusiones, deja que los demás se pierdan en este juego. El sabio sólo permanece en lo Real.
VIII
La suprema bondad es como el agua.
El agua todo lo favorece y a nada combate.
Se mantiene en los lugares
que más desprecia el hombre
y, así, está muy cerca del Tao.
Por esto, la suprema bondad es tal que,
su lugar es adecuado.
Su corazón es profundo.
Su espíritu es generoso.
Su palabra es veraz.
Su gobierno es justo.
Su trabajo es perfecto.
Su acción es oportuna.
Y no combatiendo con nadie,
nada se le reprocha.
Creo que no hace falta explicar este último verso, está claro como el agua.
viernes, agosto 11, 2006
Selección bizarra
(Selección cómica y rayando lo bizarro de los llamados que han aparecido publicados en estos últimos días...)
Cuidado con la viuda negra
“Atención, tengan cuidado de nuevo. A la viuda negra, o viudo negro, como más les guste llamarle, se le ha visto nuevamente en Santa Rosa devorando a hombres, salvajemente, y bajo temperaturas extremas. Esta vez se le vio ingresar, muy escondido, a altas horas de la madrugada, en una vivienda de la calle Toscano, de Villa Amalia. Eso es lo que cuentan los vecinos, que están muy preocupados por sus hijos. Cuidado, que devora hombres”.
Mozos para Colonia Escalante
“Quiero saber qué clase de autoridades hay en Colonia Escalante. Nosotros éramos mozos y nos echaron porque dicen que nos robamos las tortas, y pusieron mozos profesionales. Ahora los sacan y nos llaman de vuelta. ¿Es una tomada de pelo?”.
Camiseta de Boca
“Hablo por el tema de la camiseta de Boca, que es horrible. ¿Quién eligió esos colores tan tétricos? Es la más fea de todas, y lo digo como hincha de Boca”.
Baile policial
“Llamaba por el tema del baile de la Policía. Es una vergüenza lo que pasó. Cobraban 10 pesos la entrada, la cerveza la cobraban 4 pesos y los vasos venían por la mitad, todo era muy caro, el salón estaba mal calefaccionado y pasamos frío"
Pichihuinca: ¿Será cierto?
“Hablo desde Pichihuinca para preguntar qué piensan hacer, que parece que se ha roto la cerradura, y la enfermera hace pasar a la gente por la ventana”.
El “lejano oeste”
“Habla Roberto, del FONAVI 42, de la calle Hucal, entre Telén y Alberdi. Era para avisar a las empresas cinematográficas, que para ahorrarse los efectos especiales en las películas del lejano oeste, por qué no se vienen acá, que se van a ahorrar un montón de plata. Harían unas películas espectaculares. Seguro que el señor Alcala (intendente de Santa Rosa), desde su casa, sentado en un cómodo sillón, las vería chocho”.
Camiseta de Boca
“Tiene razón el hincha de Boca que llamó por la camiseta, que es horrible. Que vuelvan a los colores de antes, que eran más alegres, y las medias, ni qué hablar de lo feas que son”.
Cantina del Jockey
“Llama Cacho, de Villa Alonso. ¿Cuándo van a licitar la cantina del Jockey Club? La atención no es buena. Yo pago mi boleto y quiero sentarme tranquilo en la cantina...”.
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Extraído del matutino local santarroseño "El Diario", de la sección "Línea abierta con El Diario" con llamados telefónicos de los lectores.
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Cuidado con la viuda negra
“Atención, tengan cuidado de nuevo. A la viuda negra, o viudo negro, como más les guste llamarle, se le ha visto nuevamente en Santa Rosa devorando a hombres, salvajemente, y bajo temperaturas extremas. Esta vez se le vio ingresar, muy escondido, a altas horas de la madrugada, en una vivienda de la calle Toscano, de Villa Amalia. Eso es lo que cuentan los vecinos, que están muy preocupados por sus hijos. Cuidado, que devora hombres”.
Mozos para Colonia Escalante
“Quiero saber qué clase de autoridades hay en Colonia Escalante. Nosotros éramos mozos y nos echaron porque dicen que nos robamos las tortas, y pusieron mozos profesionales. Ahora los sacan y nos llaman de vuelta. ¿Es una tomada de pelo?”.
Camiseta de Boca
“Hablo por el tema de la camiseta de Boca, que es horrible. ¿Quién eligió esos colores tan tétricos? Es la más fea de todas, y lo digo como hincha de Boca”.
Baile policial
“Llamaba por el tema del baile de la Policía. Es una vergüenza lo que pasó. Cobraban 10 pesos la entrada, la cerveza la cobraban 4 pesos y los vasos venían por la mitad, todo era muy caro, el salón estaba mal calefaccionado y pasamos frío"
Pichihuinca: ¿Será cierto?
“Hablo desde Pichihuinca para preguntar qué piensan hacer, que parece que se ha roto la cerradura, y la enfermera hace pasar a la gente por la ventana”.
El “lejano oeste”
“Habla Roberto, del FONAVI 42, de la calle Hucal, entre Telén y Alberdi. Era para avisar a las empresas cinematográficas, que para ahorrarse los efectos especiales en las películas del lejano oeste, por qué no se vienen acá, que se van a ahorrar un montón de plata. Harían unas películas espectaculares. Seguro que el señor Alcala (intendente de Santa Rosa), desde su casa, sentado en un cómodo sillón, las vería chocho”.
Camiseta de Boca
“Tiene razón el hincha de Boca que llamó por la camiseta, que es horrible. Que vuelvan a los colores de antes, que eran más alegres, y las medias, ni qué hablar de lo feas que son”.
Cantina del Jockey
“Llama Cacho, de Villa Alonso. ¿Cuándo van a licitar la cantina del Jockey Club? La atención no es buena. Yo pago mi boleto y quiero sentarme tranquilo en la cantina...”.
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Extraído del matutino local santarroseño "El Diario", de la sección "Línea abierta con El Diario" con llamados telefónicos de los lectores.
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viernes, agosto 04, 2006
Biografía: Sri Nisargadatta Maharaj
Nunca olvidaré una frase suya: «Hubo una época en que me consideraba a mí mismo un ser humano varón, casado y con hijos; entonces me encontré con mi Gurú y bajo su iniciación e instrucción llegué a saber que yo soy el Brahman».
Sri Nisargadatta Maharaj «nació» en Bombay como Maruti Shivrampant Kampli, en el mes de marzo de 1897 y murió de un cáncer de garganta el 8 de Septiembre de 1981, a la edad de 84 años. Su nacimiento coincidió con el auspicioso día de Hanuman Jayanti; de ahí el nombre de Maruti. La infancia del joven Maruti pasó en Kandalgaon, un poblado a alguna distancia de Bombay, al cual su padre se había trasladado en el «año de la plaga». Maharaj decía que su recuerdo personal más antiguo era quizás ser llevado sobre los hombros de su padre, dirigiéndose hacia una colina mientras el sol se asomaba sobre la cima. Con el curso del tiempo, los ingresos de la granja fueron insuficientes para mantener a la familia. Después de la muerte de su padre en 1915, primero el hijo mayor, y después Maruti mismo, tuvieron que volver a Bombay para ganarse el sustento de la familia.
Maruti comenzó su carrera como dependiente en una empresa privada, pero con su temperamento independiente y emprendedor, pronto se estableció por cuenta propia. (Una de las muchas coincidencias que he estado notando desde el inicio de mi relación con Maharaj es que, inmediatamente después de que yo hubiera escrito este párrafo particular —de hecho al día siguiente— aconteció que Maharaj mencionó que él era tan independiente por naturaleza que nunca pudo soportar presión de ninguna clase por parte de nadie: «Mejor un día de independencia que toda una vida sin libertad» —me dijo con una sonrisa de inteligencia).
Maruti Kampli comenzó su aventura en los negocios con una tienda donde hacían y vendían bidis (cigarrillos hechos a mano), y en un período relativamente corto llegó a ser el propietario de ocho de tales tiendas. En 1924 se casó. Tuvo cuatro hijos —un hijo y tres hijas. La prosperidad económica no pudo aportar a Maruti mucho contento. El ambiente profundamente religioso, la tradición ritualista de la familia en general y su temprana relación en Kandalgaon con un instruido Brahmín llamado Vishnu Gore, habían encendido en él, a una edad muy temprana, las inevitables preguntas concernientes a las relaciones entre el Hombre, el Mundo exterior y Dios.
Infancia, juventud, matrimonio, progenie —Maruti vivió la vida monótona y sin acontecimientos de un hombre común hasta su mediana edad, sin ningún atisbo de la santidad que había de seguir. Entre sus amigos de este periodo, había uno, Yashwantrao Bagkar, que era discípulo de Sri Siddharameshwar Maharaj del Navanath Sampradaya (rama del hinduísmo relacionada a la filosofía Advaita). Bagkar era muy consciente de la sincera e intensa búsqueda de Maruti por la Verdad, y un día decidió llevarlo a su Gurú. En palabras de Maharaj: «Bagkar prácticamente me forzó a acompañarle cuando fue a visitar a Sri Siddharameshwar Maharaj. Incluso él mismo compró la tradicional guirnalda de flores que el discípulo coloca alrededor del cuello del Gurú». Poco después, Maruti recibió la iniciación de su Gurú y prosiguió sus actividades espirituales con un celo y una determinación innatas, hasta que culminaron en su logro de la realización (iluminación). Esto aconteció entre 1933 y 1936.
Sri Siddharameshwar entró en Mahasamadhi en 1936. Al año siguiente, Sri Nisargadatta Maharaj decidió de repente abandonar a su familia y sus prósperos negocios y peregrinar por todo el país. Después de visitar varios lugares y templos sagrados en la India del Sur y hallándose ya en camino hacia el Norte a fin de pasar el resto de su vida en los Himalayas, se encontró con un condiscípulo suyo. Tras discutir con él, Sri Nisargadatta llegó a la conclusión de que tales peregrinaciones no eran realmente necesarias y que era mucho más significativo llevar una vida activa de acción desapasionada. Cuando Maharaj regresó a Bombay, encontró que todas sus tiendas, excepto una, se habían perdido, pero tranquilamente decidió que era suficiente para sus necesidades mundanas. Desde entonces, todo ha acontecido espontáneamente, nada ha sido hecho con intención deliberada o esfuerzo consciente.
Cuando se sentaba en su tienda de bidis atendiendo su negocio tranquila y eficientemente, algunos amigos venían a verle y la conversación giraba siempre sobre el mismo tema, Paramartha —el significado último. Estas conversaciones llegaron a ser tan populares, que siempre había una pequeña multitud fuera de la pequeña tienda escuchando sus perlas de sabiduría. Así pues, cuando su hijo fue capaz de hacerse cargo de la tienda, Maharaj se retiró al altillo que, para su uso personal, había construido sobre su casa, y que asumió desde entonces la sacralidad de un ashram.
Maharaj en la entrada a su pequeño departamento en Bombay.
Ocasionalmente Maharaj hace referencia al momento de la muerte y a cómo una experiencia que es traumática para una persona ordinaria, se convierte en motivo de gran éxtasis para el Jnani. A veces dice que sabe esto debido a que ha presenciado su propia muerte. Yo hice algunas indagaciones y éste es el incidente al cual aparentemente se refiere:
Hace algunos años, solía celebrarse todos los domingos por la tarde un programa de Bhajans en la residencia de Sri Bhainath Maharaj (Sri Sabnis), uno de los condiscípulos de Maharaj, y Maharaj asistía invariablemente. Un domingo, un discípulo de Maharaj pasó a por él para llevarlo a la residencia de Sri Sabnis, y encontró a Maharaj muy enfermo en la cama, y a los miembros de la familia muy inquietos. Maharaj no quería que ningún médico lo examinara: sugirió que el discípulo se fuera a la casa de Sri Sabnis y le dijera que continuara con el programa habitual. Pero el discípulo no se movió del lado de Maharaj, y por último llegó Sri Sabnis para averiguar qué había pasado. Maharaj insistió en que Sri Sabnis y el discípulo regresaran y completaran el programa de Bhajans usual. Ellos obedecieron a su pesar, pero volvieron tan pronto como terminaron los Bhajans junto con varios discípulos más. Grande fue su contento cuando encontraron a Maharaj sentado y muy mejorado. Unos pocos días después, en una de sus conversaciones, Maharaj contó que aquella tarde estuvo en realidad presenciando su propia muerte, y que había sido un momento de éxtasis.
Enseñanza de Maharaj
Maharaj aclara a menudo que aquellos que llegan a él con la esperanza de un consejo que pueda reportarles beneficio material, alivio físico o solaz mental se desilusionarán, pues él nunca discute tales temas. Quizás por esto no se ha convertido en un Gurú «popular». Quienes esperan una confirmación de sus conceptos o formas de religión favoritos no solamente se desilusionarán, sino que incluso pueden sentirse agraviados y frustrados por algunas de las frases de Maharaj.
¿Qué enseña Maharaj entonces? Como a menudo él mismo dice, todo lo que hace es presentarnos un espejo espiritual en el cual podamos, si queremos hacerlo seriamente, ver nuestra verdadera imagen. Si nos aventuramos a hacerlo, su enseñanza básica podría, quizás, resumirse como sigue: El universo entero (Mahadakash) existe sólo en la consciencia (Chidakash), mientras que el Jnani tiene su morada en lo Absoluto (Paramakash). En lo Absoluto —eseidad pura— no hay consciencia de «yo soy» y es anterior a los pensamientos y a las palabras. Luego, sin ninguna razón aparente, de manera espontánea la consciencia se convierte en existencia. En la consciencia el mundo aparece y desaparece. Todo lo que es, es Mí mismo, todo lo que es, es Mío. Antes de todos los comienzos, después de todos los finales, Yo Soy. Acontezca lo que acontezca, Yo debo estar aquí para presenciarlo. Por lo tanto, no es que el mundo no exista, el mundo aparece en la consciencia, la cual es la totalidad de lo conocido en la inmensidad de lo no conocido. Lo que comienza y acaba es mera apariencia. Del mundo puede decirse que aparece pero no que es.
Maharaj nos dice que siempre que un individuo sueña, tiene la experiencia del mundo creándose en la consciencia. Cuando una persona no está plenamente despierta y la consciencia meramente se mueve, entonces sueña; y en su sueño, en esa minúscula mota de consciencia, en una fracción de segundo, se crea un mundo entero exactamente similar al mundo de la vigilia, y en ese mundo se ven la tierra, el sol, colinas y ríos, y gentes —incluido el soñador mismo— comportándose exactamente como en el mundo de la vigilia. Mientras la persona está soñando el mundo del sueño es muy real: sus experiencias —tanto de placer como de dolor— son extremadamente realistas. Pero una vez que se despierta, la totalidad del sueño se sumerge en la consciencia dentro de la cual se originó. «En el estado de vigilia —dice Maharaj—, el mundo emerge debido a la ignorancia (Maya) y nos introduce en un estado de sueño-despierto. Tanto sueño profundo como vigilia son nombres erróneos, pues en ambos usted está sólo soñando; sueña que está despierto o sueña que está dormido. Sólo el Jnani conoce el verdadero despertar y el verdadero dormir. Vea todo como un sueño y permanezca fuera de él… El principal punto que hay que entender es que usted ha proyectado sobre usted mismo un mundo de su propia imaginación, basado en recuerdos, deseos y temores, y que usted se ha apresado a usted mismo en él. Dése usted cuenta de eso, rompa el hechizo y sea libre».
Maharaj resume repetidamente su enseñanza pidiendo a sus oyentes que vayan más allá de sus palabras, «Regrese a su Origen y more en él». El Origen es la Realidad, nuestro verdadero estado, antes de la llegada de la consciencia, cuando no hay necesidades de ningún tipo, el estado antes de la ilusión de los aconteceres: concepción, nacimiento, desarrollo de la vida y, finalmente, la muerte del cuerpo. «Usted» está siempre separado de todo este «acontecer», meramente presenciándolo.
«Saber con una convicción definitiva —dice Maharaj— que usted no está en el cuerpo ni en la mente, aunque es presenciador de ambos, es ya conocerse a sí mismo. La liberación no es una cuestión de adquirir algo, sino una cuestión de fe y de convicción de que usted ha sido siempre libre, y una cuestión de coraje para actuar de acuerdo con esta convicción. No hay nada que cambiar; únicamente cuando la idea misma de cambio se ve como falsa, lo sin cambio puede mostrarse por sí mismo».
El enfoque de las enseñanzas de Maharaj suele sorprender a sus oyentes. Por ejemplo, sobre el tema del amor lo habitual ha sido siempre decir que no puede haber progreso espiritual sin amor hacia los demás. Este planteamiento podría ser fácilmente motivo de frustración para el buscador honesto que sabe que él no ama —ni puede amar— a los demás como a sí mismo. Qué alivio, por lo tanto, oír decir a Maharaj: «Sea sincero con su propio ser real. Ámese a usted mismo absolutamente. No pretenda que usted ama a los demás como a usted mismo. A menos que usted se haya dado cuenta de que los demás son uno con usted mismo, no podrá amarlos. No pretenda ser lo que usted no es, no se niegue a ser lo que usted es. Su amor por los demás es el resultado del autoconocimiento, no su causa».
Y finalmente, qué alentador escuchar a Maharaj decir: «Lo que usted ha aprendido aquí es una semilla. Aparentemente podrá olvidarlo. Pero esa semilla vivirá, y a su debido tiempo brotará, crecerá, y dará flores y frutos. Todo acontecerá por sí mismo. Usted no necesita hacer nada: solamente, no lo impida».
Ramesh S. Balsekar
31 de marzo de 1980
31 de marzo de 1980
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Sembrada queda entonces la semilla amigos. Veámosla florecer.
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