domingo, noviembre 14, 2004

Libre albedrío



Wiley está sentado escuchando hablar a un tipo.


Físico:

De alguna manera, en nuestra contemporánea forma de ver el mundo, es fácil pensar que la ciencia ha venido a tomar el lugar de Dios, pero algunos problemas filosóficos todavía resultan tan inquietantes como lo fueron siempre. Tomemos por ejemplo el problema de la libre elección, del libre albedrío. Este problema ha estado rondando por mucho tiempo, desde antes de Aristóteles 350 A.C, hasta San Agustín y Santo Tomás de Aquino -éstos tipos estuvieron siempre preocupados acerca de cómo podemos ser libres si Dios ya sabe de antemano todo lo que estamos por hacer- Hoy en día, sabemos que el mundo opera de acuerdo con algunas leyes físicas fundamentales y que estas leyes gobiernan el comportamiento de cada objeto en este mundo. Ahora bien, estas leyes, como son tan fidedignas y confiables, nos han permitido desarrollar increíbles logros tecnológicos. Pero mirate ahora a vos mismo. Nosotros también somos sistemas físicos ¿no? Solamente que somos un complejo arreglo de moléculas de carbono. Y somos mayormente agua. Nuestro comportamiento entonces no va a resultar una excepción a estas leyes físicas básicas, entonces todo empieza a verse como si por un lado Dios estuviera fijando algunas cosas de antemano y sabiendo todo lo que vamos a hacer, o bien, por otro lado, son estas leyes físicas básicas gobernándolo todo; y es entonces que nos damos cuenta que no queda mucho espacio para la libertad.

Ahora bien, vos podés estar tentado a tan sólo ignorar la pregunta, ignorar el misterio del libre albedrío y decir: "Oh bien, esta cuestión es tan sólo otra anécdota histórica, otra pregunta sin respuesta", vos sabés, olvidarte del asunto. Pero la pregunta te sigue mirando fijo a la cara. Si vos pensás en la individualidad, por ejemplo: quien sos vos. El 'quien sos vos' es mayormente una cuestión de libre elección en lo que vos hacés o en lo que sos responsable. Vos podés ser responsable, vos podés ser encontrado culpable, vos podés ser admirado y respetado, todo ello por cosas que hiciste bajo tu propia voluntad. Entonces la pregunta sigue regresando y es que en realidad no tenemos una respuesta con una solución definitiva para ella. Es como que todas tus decisiones empiezan a verse como una farsa, una charada.

Piensa en cómo ocurre. Hay alguna que otra actividad eléctrica en tu cerebro, en tus neuronas, estas envían una señal hacia tu sistema nervioso, esta pasa a través de todo lo largo de las fibras de tus músculos, se produce una contracción nerviosa, y entonces, se podría decir, llega a tu brazo. Todo esto parece ser una acción libre de tu parte, pero cada una de las secuencias de ese proceso está en realidad gobernada por alguna ley física: leyes químicas, leyes eléctricas, y así sucesivamente. Entonces ahora parece ser que el Big Bang estableció las condiciones iniciales, y que todo el resto de nuestra historia, todo el resto de nuestra historia humana y hasta antes de ella también, resultó ser todo una especie de juego de partículas sub-atómicas (partículas elementales) regidas por estas leyes físicas fundamentales.

Pensamos que somos especiales. Pensamos que tenemos alguna clase especial de dignidad. Pero todo eso entra ahora de nuevo bajo consideración, digo, todo esto está siendo desafiado por esta forma de ver las cosas.

Por ahora ya estarás diciendo: 'Bueno, espera un minuto, ¿qué hay acerca de la mecánica cuántica? Yo sé lo suficiente de teoría física contemporánea como para saber que las cosas en realidad no son tan así. En realidad es todo una teoría de probabilidades, todavía queda un poco de espacio, hay todavía algo de lugar, no todo es determinístico, y eso es lo que nos permitirá entender la libre voluntad' ...Pero, si te fijás bien en los detalles, eso realmente no nos va ayudar en nada, lo que pasa es que, sí, vos tenés algunas partículas cuánticas muy pequeñas, y su comportamiento parece ser, aparentemente, un poco aleatorio, es como que se desvían un poco. Su comportamiento es absurdo, en este sentido, sí, son impredecibles y no podemos entenderlo basándonos en cualquier cosa que usásemos antes. Es como que hacen cosas de la nada basándose sólo en lo que pareciese ser un modelo probabilístico. Pero ahora, ¿eso va a ayudarnos en algo con respecto a nuestro problema de la libertad? Digo, ¿deberá depender nuestra libertad sólo de una cuestión de probabilidades, de un desorden aleatorio en un sistema caótico? Eso empieza a parecerse como algo peor aún. Y yo preferiría ser un engranaje en una gran máquina de física determinística que algún comportamiento desviado en un sistema aleatorio.

A fin de cuentas, no podemos tan sólo 'ignorar' el problema. Tenemos que encontrar el lugar en nuestra visión contemporánea del mundo para las personas y para todo aquello que éstas acarrean consigo. No sólo cuerpos, sino personas. Y eso significa seguir tratando de resolver el problema de la libertad, encontrando el lugar para la elección y la responsabilidad y tratando de entender la individualidad.

Extraído (y traducido horriblemente por Juanba) del script de la película "Waking Life" ("Despertando a la vida")



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