Gajes del oficio

Algunas anécdotas de trabajar para el Big Brother.

- ¿Dónde estabas? Te llamó "el jefe" -le digo a L. en tono serio.
- En la oficina del "recontraespionaje" -dice L.

Reímos. L. es mi jefe.

En esa oficina, la "Sala de Situación de Seguridad Interior" (whatever the fuck that means), de reciente creación e inaugurada por el mismísimo ministro A. F., pasaban cosas raras. Todo es muy hermético hasta el momento.

- ¿Así que sos el único autorizado a entrar allí? -dice D.
- Sí, jajaja... -responde L.
- Misterio total -agregué.

Malditos, cuando se creó la oficina (de un día para otro se hizo todo, en una sola mañana ya estaban conectados a la sub-red interna), como los señores necesitaban conectividad y dado que yo me encontraba esa semana de licencia por estudios para terminar mi tésis, no tuvieron mejor idea que afanarme literalmente mi sagrada IP. Cuando volví al ruedo, obviamente, el sistema me escupía que había una dirección duplicada en la red. Luego de enterarme del "virtual robo" y pensar en desconectarles el cable de la boca escalable del switch primario por un minuto para así recuperar mi identidad digital en la red, decidí que sería mejor hacer las cosas por derecha y con diplomacia. Tema solucionado. Pero hasta por ahí nomás, que yo no me olvido eh, los malditos también me sacaron mi patch cord, y ese sí, dudo que lo vuelva a recuperar. Pobrecillo, las de cosas "secretas" que andará transmitiendo el pobre por estos días.