domingo, agosto 13, 2006

Tao Te King (VII, VIII)

VII

El cielo es eterno y la tierra permanece.
El cielo y la tierra deben su eterna duración
a que no hacen de sí mismos
la razón de su existencia.
Por ello son eternos.
El sabio se mantiene rezagado
y así es antepuesto.
Excluye su persona
y su persona se conserva.
Porque es desinteresado
obtiene su propio bien.


La primer línea contrapone la característica de eternidad del cielo con la característica de existencia temporal (permanencia) de la Tierra y/o de lo que habita en ella.

"El cielo y la tierra deben su eterna duración a que no hacen de sí mismos la razón de su existencia."

¿Quiénes son los que hacen de sí mismos la razón de su existencia? La existencia en este plano es temporal, hace que nos identifiquemos con lo individual, sumergir lo individual para hacerlo desaparecer en el todo (destrucción del ego) parece ser la clave para lograr el estado de "eternidad".

El sabio no compite en el mundo de las ilusiones, deja que los demás se pierdan en este juego. El sabio sólo permanece en lo Real.


VIII

La suprema bondad es como el agua.
El agua todo lo favorece y a nada combate.
Se mantiene en los lugares
que más desprecia el hombre
y, así, está muy cerca del Tao.
Por esto, la suprema bondad es tal que,
su lugar es adecuado.
Su corazón es profundo.
Su espíritu es generoso.
Su palabra es veraz.
Su gobierno es justo.
Su trabajo es perfecto.
Su acción es oportuna.
Y no combatiendo con nadie,
nada se le reprocha.



Creo que no hace falta explicar este último verso, está claro como el agua.







2 comentarios:

Adriano dijo...

El cielo contrapuesto con la tierra, la dicotomía entre eternidad y finitud...El ego de una persona colapsa cuando quiere vencer sus propias fronteras. Pero para alcanzar la eternidad, ¿cómo sería "destruir el ego"? Imagino que renunciar al YO en su más mundana esencia (parece contradictorio esto que digo)...me refiero a no caer en los vicios, en tener templanza...ese tipo de valores.

Con relación al agua...Siempre su imagen estará asociada a la pureza, la rectitud, lo justo.

Un abrazo.

juanba dijo...

Adrián: Para aniquilar el ego, ese del que tanto hablan taoístas, budistas e hindúes hace falta como bien vos decís "templanza". Y yo agregaría a eso "y una total abnegación".

Te dejo una frase de Maharaj del próximo post:

"No diga que usted es un individuo; sencillamente permanezca en la eseidad. Todo el problema es la sensación de ser una entidad separada —una vez que se sumerge (en lo Absoluto), eso es verdadera felicidad."

En cuanto al verso VIII, la parábola del agua: ¿Viste? Ni hacía falta interpretarlo, claro como el agua.

Salutes